La verdad es que no recuerdo cómo fue a parar este libro a mis manos, no lo he visto por las librerías pero seguramente algún día lo debí encontrar, leí la sinopsis y fue a parar a mi casa.
La portada no da mucha información sobre el libro, el título tampoco es que diga mucho, da la sensación de algo banal, superfluo… y en realidad es una historia bastante profunda, te emociona y transmite un sentimiento de superación que no te esperas. Creo que esta sensación también se debe a que la temática del libro se sale de lo normal del chick lit.
Izzie y Maddy no se conocen, pero ambas son mujeres chic de la cuidad que, a causa del trabajo de sus maridos, deben de dejar ese fabuloso mundo lleno de glamur y de vida por todo lo alto para ir a vivir a un pueblo rural de la campiña inglesa, todo lo contrario a lo que les gusta. Pero, lo que llega a hacer una por amor… no?
Izzie trabaja como correctora en una editorial, tiene dos hijos y un marido que se dedica al mundo de la publicidad. Por otra parte está Maddy, con tres hijos y un marido que es un codiciado empresario, por tanto su única preocupación es estar a la última y vivir del cuento. Cuando Izzie y Maddy se conocen, iniciaran una amistad que las ayudará a superar uno de los peores momentos de sus vidas.
Y hasta aquí puedo contar, ya que si decidís leerlo cuanta menos información más sorpresa, aunque para l@s curios@s aquí os dejo la sinopsis, que dice algo más:
Por distintas circunstancias, Izzie y Maddy, dos sofisticadas mujeres urbanas adictas a la contaminación, el teatro, las fiestas y los zapatos de Jimmy Choo, acaban viviendo en un pueblo de la campiña inglesa. Unidas por su odio rural y a las amas de casa del lugar, inician una amistad que se fortalece cuando Maddy enviuda. Un día descubren por casualidad una receta de una antepasada de Maddy para preparar una crema milagrosa. Al hacerla y probarla descubren que la fórmula funciona, así que deciden comercializarla, y lo que empieza como una simple terapia antidepresiva pronto arrasa en un mercado de cosméticos harto de liposomas y encimas. Sin embargo, para apoyar las ventas de la crema, Izzie y Maddy se verán obligadas a convertirse en lo que no son: en un par de hippies de campo que rechazan el consumo y, por supuesto, sus adorados Jimmy Choo... Menos mal que el amor y la emoción de los negocios lo compensan todo...
